José
"Como le he dicho a la muchacha encargada del ropero, es una lástima que la persona más atenta, simpática y agradable no esté en la sala de baile, si no trabajando tras el mostrador de guardarropía.No me identifico demasiado con el género de gente que frecuenta la sala, y observo detalles feos como el que esté aguardando en la barra para tomar algo, lleguen dos chicas y con toda la cara soliciten por delante de mí, con la justificación del camarero de que a esas "bellezas" se les disculpa todo.Por eso digo que la persona que mejor recuerdo me deja es la que atiende el ropero."